Lo cierto es que hoy en día, si nos dejamos llevar por las últimas tecnologías, para crear una aplicación web más o menos básica seguramente incluiremos varias de estas tecnologías: GraphQL, React, TypeScript, Serverless, K8s, Redis.
Tampoco tengo nada en contra de ninguna de estas tecnologías. Todas y cada una de ellas tienen todo el sentido del mundo en su contexto.
Pero la realidad es que, con este tipo de stacks, para añadir un nuevo campo en la UI acabamos tocando 3 proyectos diferentes y 15 ficheros, con sus PRs correspondientes.
De alguna forma, sin saber muy bien cómo ni por qué, hemos añadido una gran complejidad innecesaria en nuestras aplicaciones.
Podríamos argumentar que este tipo de proyectos permiten trabajar a mucha más gente de una forma mucho más sencilla y escalable, pero este tipo de proyectos son la excepción, no debería ser la norma.
También podríamos discutir si con este enfoque el software es mejor. Aunque en mi opinión, el mejor código es el que no existe. Y ahora estamos generando mucho más código.
Entonces, ¿qué hemos ganado?